Cómo mantener protegida la barrera cutánea de la piel en otoño

El otoño es una de las estaciones más delicadas para la piel.

Tras el calor, el sol, la sal y el cloro del verano… llega el frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura… y todo esto puede desequilibrar y debilitar la barrera cutánea, provocando sequedad, rojeces o sensación de tirantez.

¿Qué es la barrera cutánea? 💧

Es la capa más externa de la piel. Está formada por células unidas por lípidos naturales (ceramidas, ácidos grasos esenciales…) que actúan como un muro de defensa frente al exterior.

Sus principales funciones son:

  • Evitar la pérdida de agua transepidérmica (evitar la deshidratación).
  • Proteger la piel de agentes externos, como el frío, viento, contaminación o microorganismos.
  • Mantener el equilibrio, la suavidad y la elasticidad de la piel.

Cuando esta barrera se debilita, la piel se vuelve más seca y sensible, aparecen irritaciones y rojeces, y la textura de la piel se vuelve más áspera.

🍂 ¿Por qué el otoño puede dañarla?

Durante el otoño, los cambios de temperatura (frío exterior y calefacción interior), el aire seco y menor humedad ambiental, reducen la hidratación natural de la piel. Y a esto, se suma que, después del verano, muchas pieles están deshidratadas, con daño solar y la barrera cutánea debilitada.

Por eso, el objetivo de esta estación no es tanto limpiar o exfoliar más, sino restaurar, proteger y nutrir.

Claves para mantener la barrera cutánea fuerte en otoño:

  1. Limpieza suave y respetuosa, evita jabones o geles con tensioactivos (agentes de limpieza) agresivos, como son los sulfatos, que limpian demasiado y debilitan la capa protectora de la piel arrastrando los lípidos. Opta por limpiadores suaves que eliminen impurezas sin debilitar la capa protectora de la piel.
  2. Hidratación, aplica cremas o sérums que hidraten y eviten la deshidratación, con ingredientes como ácido hialurónico, hidrolatos…
  3. Reparar con nutrición, nuestros sérums nutritivos (Atenea, Aridum y Oleum) son un paso muy importante para regenerar la función barrera. Busca fórmulas ricas en ácidos grasos esenciales, antioxidantes, coenzima Q10… que ayuden a restaurar la capa lipídica y mejorar la elasticidad. Además al aplicar sérums oleosos o bálsamos después de sérums ligeros y cremas, ayudamos a sellar la hidratación y evitar la deshidratación.
  4. Evita exfoliar en exceso, aunque renovar la piel es importante, en otoño es recomendable espaciar las exfoliaciones o peelings para no debilitar la barrera. Opta por exfoliantes naturales suaves, con partículas muy finas o enzimas de frutas, y úsalo una vez cada 15-30 días.
  5. Refuerza desde dentro, la alimentación también influye en el estado de la piel. Incorpora a tu dieta alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitaminta E: aguacate, nueces, semillas de lino y chía, granada, uvas, manzana, boniato, calabaza, verduras de color verde, legumbres…

¡Una piel sana, también empieza en tu plato!

Señales de una barrera cutánea dañada:

Si notas alguno de estos síntomas, tu piel podría estar pidiendo un cuidado más nutritivo.

  • Sequedad persistente o descamación.
  • Sensación de tirantez tras la limpieza.
  • Picor o rojeces.
  • Pérdida de luminosidad y textura áspera.

La clave está en restaurar, no en saturar. Menos productos, pero más nutritivos y respetuosos.

💧 Refuérzala con aceites vegetales de calidad.
🍂 Acompáñala con una alimentación equilibrada y descanso reparador.
🌸 Y elige siempre cosmética natural que respete su ritmo y su equilibrio.

En CISTUS te acompañamos a cuidar tu piel desde la raíz, con fórmulas ecológicas, artesanas y llenas de vida.

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